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Publicado el 2021/08/30
¿Por qué dejaste ese último trabajo? Existe una amplia lista de razones y a veces terminan por perjudicar a la empresa. La fuga de talentos es el fenómeno que se da cuando una persona especialmente buena se va de un trabajo en busca de mejores oportunidades. Todos buscamos crecer, así que esto es algo que todos realizaremos tarde o temprano, si consideramos que la compañía para la que trabajamos no está a la altura de nuestras capacidades. Tal vez entraron de una manera, pero conforme avanzaron, su cubículo les empezó a quedar chico, tanto en salario como en maneras de desarrollar su talento. Si pidieron un aumento, buscaron otro puerto y todas las puertas se cerraron, es probable que decidan irse. Sin embargo, existen otras razones para tomar esta decisión.
Se le conoce como fuga de cerebros, a la migración de trabajadores a empresas extranjeras, por no encontrar oportunidades suficientes en su propio país. Pero puede ocurrir en una misma geografía. Ante esta pérdida, la empresa tendría diversos gastos adicionales, para lograr encontrar un reemplazo, además de sufrir una baja en la competitividad. Es común que los trabajadores se sientan poco valorados por sus empresas y también lo es que ellas no alcancen a ver el potencial de muchos de sus elementos. Esto habla de una mala comunicación interna y una mala relación laboral en muchos aspectos. Lo primero que se debe hacer es reconocer los elementos valiosos y no dejarlos ir, tomando en cuenta lo siguiente.
Sin capacidad para crecer
La razón principal para dejar un trabajo es buscar otra oportunidad mejor. Y si se busca en otro lugar, es porque donde están no ven la manera. Una política de crecimiento para empleados cobra mucho sentido en este aspecto y es algo que se tiene que atender en todos los niveles.
Empresa como retroceso
A veces pueden sentir que el trabajo que hacen ya lo hicieron antes. Están cumpliendo tareas para las que tal vez sean muy capaces, pero es porque ese nivel ya lo superaron. Algunos empleos pueden parecer un freno o una barrera grande para las personas, empujándolos varios escalones atrás de lo que ya sabían.
Mal liderazgo
Malos jefes hay en todos lados y encontrarse con alguno puede hacer la vida imposible. Incluso aunque el resto de los elementos de las labores estén muy bien, si tienen más un jefe que un líder, se encontrarán cada vez más frustrados y con más ganas de irse.
Mejores ofertas
Como ya dijimos más arriba, la fuga de talentos puede ser muy simple: los empleados encuentran una mejor oportunidad o esta llega a ellos de forma inesperada. Si les ofrecen más y mejores cosas, simplemente se van a ir sin pensarlo dos veces.
Mal ambiente laboral
Existen muchos aspectos que hacen un ambiente laboral algo malo e intolerable. El acoso, la rutina, la sobrecarga, el estrés que no para y la falta de empatía por parte de jefes o compañeros, entre otras cosas. Si se vive así, meterán sus cosas en una caja y buscarán otro sitio.
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