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Publicado el 2021/08/31
Una de las principales estrategias de protección en la web es usar redes privadas virtuales, o VPNs en sus siglas en inglés. Esta tecnología permite cifrar la información de los alumnos y profesores antes que entren a la web. De esta forma, es mucho más difícil que un agente externo trate de vulnerar la información sensible de la comunicación durante las clases.
Este punto es especialmente importante porque es necesario que cada alumno y profesor, así como directivos que lleguen a participar en las clases, lo tengan instalado. De lo contrario, se pueden dejar abiertas puertas que terminen por vulnerar a toda la organización. Así que es algo crucial que se haga la inversión necesaria para proteger a todos los miembros necesarios.
Las clases en línea no solo implican tener un espacio donde alumnos y profesores se puedan encontrar “cara a cara” para las lecciones. También implica tener un sistema donde se puedan almacenar documentos y proyectos que usualmente se gestionarían físicamente. Por ejemplo, las calificaciones, exámenes, tareas, evaluaciones, comentarios de padres y directivos, etc.
Así pues, resulta crucial crear un sistema de permisos múltiples que ayuden a los miembros de la comunidad a acceder justo a los datos que necesitan para las clases. Hay que poner permisos y accesos concretos para que los alumnos puedan acceder a materiales de estudio, pero no alteren sus calificaciones. Estas buenas prácticas son cruciales en seguridad.
No hay riesgo de ciberseguridad más serio y difícil de contrarrestar que las técnicas de engaño psicológico. El phishing no solo es efectivo para hackear redes sociales, sino que se puede usar para vulnerar la integridad de las clases y sus miembros.
Por eso es importante dar una educación suficiente a alumnos, directivos y profesores sobre sus técnicas y peligros.
Por supuesto, no se debe detener en una situación teórica. Es una buena idea que se dedique parte de las clases a ensayos y simulacros de phishing para que la comunidad pueda aprender a identificar estos riesgos de seguridad. Podría parecer al inicio un elemento que no es necesario, pero puede ser crucial para evitar la filtración masiva de información sensible.
Desgraciadamente, muchas instituciones olvidan la existencia de smartphones y tablets en las clases en línea. Cierto, es posible que los alumnos y profesores se conecten a las sesiones a través de laptops y computadoras tradicionales la mayor parte del tiempo. Pero también es cierto que, más que ocasionalmente, usarán otros dispositivos para trabajar y conectarse.
En este sentido, se debe de tener una estrategia de protección específica para dispositivos móviles. De lo contrario, se pueden convertir en un factor de riesgo para la seguridad de las clases en línea. Así como en las computadoras convencionales, es preferible que se instale software de protección. Y animar a alumnos y profesores a solo usar su PC para la escuela.
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